El recibir un diagnóstico de cáncer es una de las experiencias más difíciles y estresantes en la vida de una persona. Sin duda, una de las mejores estrategias para ayudar al paciente con esto es brindarle toda la información posible respecto a su padecimiento y tratamiento. En la consulta de valoración es muy importante que se resuelvan todas las dudas que el paciente y sus familiares pueden tener.
Para poder armar un plan de abordaje y tratamiento los médicos necesitamos contar con la mayor cantidad de información respecto a los antecedentes familiares, personales y de salud. Es importante conocer cuáles son los medicamentos que se estén tomando. Se recomienda acudir con todos estudios de imagen o laboratorio con los que cuentes para revisarlos con el doctor.
Es importante anotar cualquier duda que pueda surgir para llevar preguntarla al médico, algunas preguntas que deben quedar resueltas en la primera consulta con las siguientes:
- ¿Dónde se encuentra ubicado y que función tiene el órgano en donde se me ha detectado cáncer?
- ¿Qué tan temprana o avanzada se encuentra la enfermedad?
- ¿Cómo se interpretan los reportes de imagen y patología que ha dado?
- ¿Cuáles son las opciones de tratamiento tengo y cuál es la mejor para mi caso?
- ¿Cuál es la mejor secuencia en la que tengo que recibir estos tratamientos?
- ¿Necesito de la valoración de otro especialista antes de iniciar tratamiento?
- ¿Puedo ser tratado (a) con cirugía de forma inicial?
- ¿Cuáles son las posibles complicaciones, efectos secundarios o secuelas de los tratamientos disponibles?
- ¿Qué repercusión tendrán el tratamiento en mi calidad de vida?
- ¿Qué riesgo tienen mis familiares de desarrollar este mismo tumor?
- ¿Cuál es el pronóstico de mi enfermedad al momento en que se me diagnostica?
Un paciente bien informado, conoce mejor su padecimiento, se responsabiliza e integra con los profesionales de salud en el tratamiento de su propia enfermedad.